viernes, 7 de mayo de 2010


Un espejismo que nunca pasará.No podemos decir que esta ha sido la mejor fiesta de los últimos años porque sabemos que cada uno tiene su propia vara con la cual mide y juzga los placeres que lo alborotan..Si podemos asegurar que fueron un par de días malditamente hermosos,con un show impresionante de punta a punta. Todo salió a la perfección,como si este buen Dios hubiese decidido darles vacaciones al diablo peor,para que la belleza de la masividad encendiera el infierno mas encantador en la noche cordobesa. La murga de los renegados demostró ser la murga mejor. Habia mucho...mucho en juego. Patricio Rey volvía a su tierra marcada por el estigma de ser,quizás,siempre la última de las noches. Si algo salia mal,la primera cabeza que rodaría iba a ser la del intendente cordobes,el mismo que se animó a llevar el carnaval al reino del cuarteto. El atractivo riesgo de la imperfección y la lucidez intolerable de la vigilia dispusieron los elementos necesarios para que la misa pagana se reeditara. Y no pudo ser mejor,perdimos la forma humana y nos volvimos ricota regalando un universo de emociones e imágenes que se entremezclan al recordarlas. Bengalas rojas y verdes,trapos,cantos,fervor y 40.000 sienes ardientes...todo un tesoro. Nosotros...los redonditos,fuimos ricos gratis yéndonos de la nada a la gloria. Y la banda que rajó del cielo descubrió que estas almas desangeladas le pueden mejorar la cara y arrancarles esa sonrisa de felicidad que no pudieron ocultar en toda la noche. Describir la emoción de estar presentes allí,una vez más,no puede hacerse con palabras...y eso lo pueden afirmar todos quienes hayan asistido alguna vez a un recital de Patricio Rey. En plena época de crisis y deficit cero,donde dejar la vida en un piqeuete no alcanza resonancia sino que se transforma en una postal mediática correctamente subtitulada,Patricio Rey y sus huestes llegan más allá de toda pugna,de toda racionalización. Y mientras los elegidos del pueblo,esos tipos felices,mueven los hilos de un país a su gusto y se llenan descaradamente los bolsillos,a costa de la dignidad y el hambre de todo un pueblo,los redondos hemos demostrado ser el último bastión de resistencia heroica. Quizás la más clara expresión de patriotismo y fidelidad que podemos encontrar en estos días. Un mensaje ensordecedor que está atronando los nidos de aquellos que quieren robarnos la fé...entre otras cosas. SALUD a todos los que estuvieron y a quienes no pudieron estar allí,donde creció el fuego una vez más.

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